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2006-12-28

Más sobre el médico español del tirano: Tertulia y anécdota de un periodista con Castro, nuevas críticas de oyentes.

Indignación de oyentes de
La Cope (2ª Parte)

NC.- En España, Las Mañanas de la COPE y otros programas de la misma cadena han abierto solidariamente sus micrófonos para recoger las opiniones de los oyentes sobre la rueda de prensa del nuevo médico personal del dictador cubano, el Dr. José Luís García Sabrido y sobre la implicación de una u otra forma de la Comunidad de Madrid.

Se han contado anécdotas y se han llevado a cabo interesantes tertulias desde que trascendió la respuesta positiva de la Comunidad de Madrid a la petición “humanitaria” de la embajada cubana en España para ayudar al tirano cubano, ayuda que data desde el inicio del problema médico que le aqueja o aquejaba.

Es indudable que el “servicio” de inteligencia español ha de estar muy ocupado en esclarecer - o tapar, según algunos - todo lo relacionado con el 11-M que no parece haberle interesado saber qué enfermedad sufre el dictador cubano, muy fácil de suponer o inferir si se saben las medicinas facilitadas por el ente público madrileño, algo que podría servir para fijar una política hacia Cuba favorable a sus propios intereses futuros.

Tertulia y Anécdota

Y si dichos “servicios”, han hecho sus deberes, es evidente que no han tenido contacto con los servicios de inteligencia estadounidenses, supuestamente aliados, y han permitido que el Sr. Negroponte haga el “ridículo” cuando aseguró que el dictador cubano padecía de un cáncer en fase terminal.

Independientemente de la información que maneje el gobierno español, de lo que si quedan pocas dudas es que todo es una actuación interesada, urdida desde La Habana, para la que han utilizado el prestigio de un reconocido cirujano de ideología de “izquierda”. Prestigio que queda en entredicho al brindarse para ser portavoz - o cómo dijo uno de los tertulianos: publicista - de una versión que necesitaba la peor de las dictaduras latinoamericanas para disipar los rumores de la muerte o el irreversible empeoramiento del tirano cubano.

Ahora, y para dar más crédito a la versión del régimen cubano, también se suma el respaldo del principal líder de la oposición - Mariano Rajoy - al galeno, quien le cree, por ser un buen médico que también le ha operado a él. La ingenuidad del máximo líder popular nos deja perplejos, pese a ser un incuestionable crítico del dictador y un fiel amigo de los demócratas cubanos.

Sólo queda oír los archivos adjuntos a ésta noticia, para hacerse una idea propia de lo que acontece sobre el tema. Esperemos a la próxima foto o filmación del tirano para hacer creíble el desmentido de los “rumores”. Aunque para el bien del pueblo de Cuba, la mejor foto siempre va a ser la del dictador en su ataúd y ya desplazado al mausoleo que le hace Chávez con sus petrodólares.

Declaraciones de Rajoy sobre el médico español del tirano


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1 Comments:

Blogger Vagabundo said...

Madrid-La Habana: Encarnizamiento terapéutico

Realicé la especialidad en el Hospital Gregorio Marañón de Madrid, el antiguo Provincial -y menos antiguo Generalísimo Franco, como muchos de los pacientes de mayor edad aún le denominan. Los recuerdos de la etapa de residente son para un médico los más duraderos, y tengo entre los míos haber estado integrado en la monumental y caótica mole del mayor hospital de Europa, mastodonte dubitativo y en constante cambio. Por eso me viene ahora a la memoria cómo las políticas internas del Hospital siempre estuvieron vinculadas a obtener el plácet de los políticos “provinciales” (incluso antes de asumirse por las Autonomías las transferencia de la Sanidad, pues el "Provincial" no dependió nunca del INSALUD, sino de la Diputación de Madrid), y que la politización del Centro era de una variante más pragmática que ideológica. El ejercicio de la Medicina allí siempre estuvo amenizado por las pequeñas ambiciones, que eran el origen de una política patatera; en mis últimos años en el Hospital las guerras entre los diferentes Servicios y dentro de los mismos eran libradas siempre con la vista puesta en la Consejería.

García Sabrido, buen cirujano, estaba adscrito a la facción socialista del Hospital, como uno de los pocos leales a muerte a Sabando, último Consejero de Sanidad del PSOE. Creo que es plausible imaginar que haya sido la recomendación de Felipe González, que hacía llamar a Monclóa con frecuencia a los especialistas del Marañón más afines, la más determinante en la elección de Sabrido por parte de la Inteligencia Cubana como cirujano de máxima confianza para una intervención que ya no se prevé que sea mucho más que un embalsamamiento. Nuestro hombre en la Habana tendrá por delante un difícil papelón del que no puede salir más que escaldado. Ninguna decisión médica puede estar basada en la ética médica en medio del akelarre de la nomenklatura cubana, y no parece que al especialista le vaya a ser permitido sugerir un abordaje simplemente paliativo para tan terminal enfermo: no ha sido llevado a Cuba para eso. En esta hora, mucho más útil que su trayectoria de cirujano ha de serle su habilidad para la intriga -en la que tan ducho ha de ser todo jefe de servicio del Marañón- cuando tenga que desenvolverse entre las camarillas del Partido y toda decisión clínica tenga primero que superar el entramado de obstáculos que forman la obediencia castrense, las ambiciones soterradas, los odios intestinos, y el insuperable miedo a un futuro sin Jefe o a un Jefe sin futuro.

5:49 p. m.  

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