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2006-11-26

El nuevo presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, rechaza el marxismo

NC.- El ex jefe del ejército de Nicaragua y hermano del presidente electo Daniel Ortega, el ex general Humberto Ortega, descartó una alianza del nuevo Gobierno nicaragüense con el venezolano Hugo Chávez y el dictador cubano Fidel Castro.

"En Nicaragua no hay cabida para el eje que se habla de Venezuela, Cuba y Bolivia. El único eje que podemos apoyar es el eje centroamericano contra la pobreza. Así se lo he dicho a Daniel e incluso a Raúl Castro", hermano del convaleciente presidente cubano Fidel Castro, dijo Ortega en una entrevista con el diario costarricense La Nación.


Daniel Ortega volverá a la presidencia de Nicaragua el próximo 10 de enero, tras haber ganado las elecciones del 5 de noviembre, en las que la derecha liberal llegó dividida. Ortega gobernó antidemocráticamente Nicaragua desde 1979 hasta 1990, cuando perdió el poder en unas elecciones libres. De su frontal enfrentamiento con los Estados Unidos en épocas pasadas no parece quedar mucho, Ortega dice que abandonó la ideología marxista «Ahora creemos en la economía de mercado» dijo.

La nueva estrategia de una izquierda que va tomando el poder de forma democrática, gracias a la efectividad de un lenguaje populista, contrasta con épocas pasadas en que las guerrillas y el terror, financiados por Cuba, se imponían en los pueblos latinoamericanos. De estos nuevos mandatarios sólo queda ver si siguen respetando las reglas democráticas una vez llegados al poder. En Venezuela Hugo Chávez ha cambiado éstas reglas y un sistema de votos viciado junto con la pasividad de los observadores internacionales, hará que se repita irremediablemente un nuevo fraude como el del revocatorio.

Un Chávez que dice ser cristiano y un Ortega que dice respetar la economía de mercado y abandonó el marxismo, no les ha impedido ser buenos amigos de Fidel Castro y su tiranía, la antítesis de este nuevo camino que se antoja más bien una nueva estrategia para que suban al poder nuevos gobiernos autocráticos y dictaduras, con una primera base democrática, pero posteriormente reestructurada al servicio de unos nuevos caudillos.

Es muy difícil creer a un Ortega defendiendo y abrazando a la tiranía castrista y que sea a la vez un verdadero demócrata, como ha quedado demostrado con las actuaciones antidemocráticas y anticonstitucionales del gobernante Chávez en Venezuela, bien se conoce que: la mona, aunque se vista de seda, mona se queda.

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