Declaración de Marta Beatriz Roque desmiente a Moratinos

Palabras de Marta Beatriz Roque.

NC.- Esta declaración que adjuntamos deja al ministro de Asuntos Exteriores español como un auténtico mentiroso y deja el adjetivo de “esperpento”, que señalara ayer el diputado popular Gustavo de Aristegui, en un calificativo honorable si lo comparáramos con el más apropiado al Sr. Moratinos.

La declaración, referida a las recientes excarcelaciones de presos políticos cubanos, que no son considerados como tales por el sistema tiránico que sojuzga Cuba por más de 48 años - y que con su silencio cómplice el Sr. Moratinos avaló recientemente en una conferencia de prensa junto a su amigo y esbirro castrista, Pérez Roque-, desmiente rotundamente que el ministro tenga algún poder de interlocución real con la dictadura cubana que pueda llevarle a pedir por medio de ese diálogo cómplice la liberación de los presos cubanos.

El desprecio a la oposición cubana y al pueblo esclavo de Cuba, único interlocutor válido que debería tener en cuenta una democracia occidental como España, queda así puesto de manifiesto. De nada sirven las palabras de apoyo hacia la disidencia cubana de los miembros del ejecutivo del gobierno de Zapatero si utilizan los hechos de una forma tan rastrera, adjudicándose supuestos "méritos" sin el más mínimo pudor.

Si quieren experimentar con el pueblo cubano y repetir un éxito similar al que adquirieron utilizando el peor atentado terrorista de España para su propio beneficio y ganar unas elecciones, los cubanos deberíamos rechazarlo. Si fueron capaces de responsabilizar, cuando fueron oposición, a un gobierno democrático de los atentados del 11M ¿cómo nos va a extrañar que también culpen al PP de la represión a la oposición cubana y del cierre del Centro Cultural Español de La Habana antes que al propio dictador?

El actual gobierno español, democrático por ley pero no por convicción, seguirá exculpando a terroristas y dictadores y seguirá culpando a las víctimas de la actitud de los victimarios. El gobierno actual sigue hundiendo irremediablemente a España en un desprestigio del que le costará mucho borrar a un futuro gobierno que le importe más aliarse con los reprimidos y no con los represores, con las víctimas y no con los asesinos.